Cualquiera con un buen capital puede ser prestamista, siendo necesario contar con cierto asesoramiento legal y astucia, para hacer que el negocio marche bien. Esta actividad económica es muy conviene cuando se desea generar ingresos extras de forma pasiva y si estás empezando, quizás una buena idea es que aprendes de los expertos; como es el caso de los prestamos wonga, prestamos con asnef o la forma como se gestionan los créditos online rápidos.

Sin embargo, a pesar de las ventajas, hay varios riesgos que se deben asumir al momento de incursionar en este mundo. por ello, aquí te detallaremos brevemente cuáles son los tres principales puntos negativos que debe enfrentar un prestamista.

Podrías perder tu dinero

Cuando decides hacerle préstamos y créditos a alguien, sea un amigo, familiar o, principalmente, a un desconocido, debes siempre tener muy presente que existe la posibilidad de que ese dinero nunca regrese a tus manos. Para evitar esto, lo más conveniente es que realices una investigación de la persona que te solicita el préstamo, de manera que puedas confirmar por cuenta propia si ésta tiene un historial de cumplir con sus deudas, mantiene las cuentas al día y en general, si es alguien responsable y de total confianza.

Sin embargo, a pesar de que hayas investigado todo el historial de dicha persona, eso no te garantiza que te vaya a pagar lo acordado, ya que pueden ocurrir circunstancias que impulsen a la otra parte a incumplir con su parte del trato. Es en estos casos cuando se recurre a mecanismos legales que, a pesar de poder cumplir con su cometido, suelen llevar tiempo y muchos procesos por demás tediosos.

Crear enemistades entre amigos o familiares

Si ya de por si ser prestamista es algo delicado, súmale el hecho de que le realices un préstamo a algún familiar o amigo y se puede convertir en una receta ideal para el desastre. Con frecuencia dicen que no se deben mezclar los negocios con el trabajo, por lo que, en la mayoría de los casos, los prestamistas sabios tratan de mantener sus finanzas lo más lejos posible de sus seres queridos, aunque convengamos que en más de una ocasión esto puede ser una tarea casi imposible.

Terminar en banca rota

Si eres inexperto o simplemente has tenido una muy mala racha dando préstamos y créditos durante un largo tiempo, lo más probable es que termines por perderlo todo. Para evitar esto, lo más recomendable es que seas muy minuciosos con tus finanzas; llevar un registro de todo lo que entra y sale de tus cuentas.