El mundo de las finanzas, al igual que muchos sectores de la actualidad, está en constante cambio para poder adaptarse y dar una solución a las necesidades de sus clientes. Por ello, cada vez se han creado más facilidades para que las personas puedan solicitar préstamos y créditos.

No sólo facilidades, sino nuevas estrategias como micropréstamos y préstamos online rápidos, con la finalidad de llegar a públicos cada vez más grandes. Sin embargo, a pesar de todas las facilidades y maravillas que te puedan ofrecer, siempre es importante evaluar bien si las condiciones están dadas para solicitar un préstamo o si, por el contrario, la solución a nuestros problemas puede venir por otros medios que quizás no nos comprometan tanto.

Los préstamos siempre deben ser vistos como una herramienta muy útil, pero de último recurso, cuando ya no queda otra salida, puesto que con ellos se debe asumir una gran responsabilidad que, de no cumplirse, afectaría tu imagen ante las instituciones financieras.

Lo que deberías tomar en cuenta

Antes de tomar la importante decisión de solicitar un préstamo, es bueno que te tomes un tiempo para responder a una serie de preguntas. Preguntas que, dependiendo de la respuesta que obtengas de ti mismo, te ayudarán a determinar si en realidad es necesario asumir un préstamo bancario.

  • Para empezar, puedes tomar en cuenta qué clase de inversión quieres hacer. Si se trata de un negocio, de una casa, un carro, para cubrir una deuda o algo parecido.
  • Es necesario saber exactamente qué cantidad de dinero es la que vas a necesitar antes de solicitar el préstamo. De otra forma te podrías enfrentar a un escenario en el que no sólo se te hará difícil reponer el dinero prestado, sino que tampoco habrás resuelto el problema inicial.
  • Además, debes saber que si solicitas una cifra mayor a la que vas a necesitar, esto puede ser bueno y malo al mismo tiempo. Bueno porque así podrías cubrir algún imprevisto, sobre todo si vives en un país que sufre de inflación y, por ende, los productos tienden a encarecerse con cierta regularidad. Luego, el problema con esto es que, ante una cifra mayor, los intereses y cuotas mensuales que deberás pagar serán superiores.
  • Antes de hacer cualquier movimiento, tienes que poner sobre el tablero tus ingresos y compararlos con las cuotas que deberás pagar, de manera que sepas con claridad si efectivamente estás en la capacidad de cubrir la deuda.

Si ya has resuelto todas estas incógnitas y estás decidido a solicitar un préstamo, entonces hay algunas instituciones a las que podrías recurrir como préstamos con asnef y préstamos Cetelem.