Para muchos, ser prestamista implica una forma muy inteligente de invertir su dinero cuando han tenido una buena racha, y lo cierto es que están en lo correcto. Como prestamista, asumes una clara responsabilidad, pero al mismo tiempo vas a contar con buenos beneficios y, sobre todo, podrás generar ingresos sin tener que esforzarte mucho, he ahí la clave de dar préstamos y créditos.

¿Cuáles son estos beneficios?

Ciertamente ser prestamista trae consigo ventajas y desventajas, pero en este artículo nos enfocaremos sólo en los aspectos positivos. Aquellos puntos que son factor clave cuando empiezas a dar los primeros pasos en este negocio tan interesante y al mismo tiempo tan complejo. A continuación, te detallamos los 4 principales beneficios de ser prestamista:

1. Aumenta tus ingresos de forma pasiva

La idea principal de ser prestamista es poder aumentar tu dinero, sin necesidad de invertir en nada más que prestarle a quien lo solicite, con la garantía de percibir el retorno de éste, más una ganancia que debe ser convenida entre ambas partes. Como prestamista percibes ganancias de dos formas; mediante el interés simple y compuesto. Simple cuando se trata del porcentaje fijado desde el inicio y compuesto cuando el cliente se ha atrasado con los pagos. Muchas veces, para el prestamista es más conveniente que el cliente tarde en cumplir con los pagos.

2.Te evitas gastar todo tu dinero

No nos engañemos, a más de uno le ha pasado que cuando por fin tiene dinero en su cuenta bancaria, de repente le surge la necesidad de gastarlo en cualquier tontería. Al poner tu dinero a producir mediante préstamos y créditos, no sólo estás asegurando que no te lo gastarás de un solo golpe, sino que, además, podrás aumentar tu cantidad inicial. Nada mal, ¿cierto?

3. Créate una buena reputación

Algo que quizás muchas personas dejan pasar por alto en este mundo, es que, al crearse de un buen nombre como prestamista, esto suele captar la atención de otros colegas y especialmente, de instituciones bancarias. De manera que más adelante, si necesitas de alguna ayuda económica para emprender un proyecto o cubrir algún gasto en particular, todo podría fluir con mayor facilidad.

4. Aprendes a manejar mejor tus cuentas

Ser prestamista implica asumir una gran responsabilidad que, sin darte cuenta, te hará volverte una persona más meticulosa y responsable a la hora de manejar tus finanzas personales. Cuando estás empezando y tienes dudas de cómo debes manejarte, lo mejor es seguir los pasos de aquellos que ya llevan un buen recorrido. Como es el caso de préstamos con asnef, crédito cetelem, prestamos wonga, big bank préstamos y otras instituciones afines, dedicadas a estas actividades mercantiles.